domingo, 8 de junio de 2014

Nombre



Ding...

Cerraron las librerías para abrir comisarías, transformaron las bibliotecas en máquinas expendedoras de hipotecas, los teatros en gerencias del catastro, los museos exponen los retratos policiales de los reos, los auditorios quedan como purgatorios y las universidades como archivo y catálogo de todos los años y todas las edades.
Se afanaron con la cosecha del dato (a mayor cantidad, más maltrato) y se olvidaron del valor, de la cualidad, del dolor del amor; de la felicidad. Pensaban que podrían predecir el futuro, los peligros venideros, y así poner a salvo los céntimos, los euros... en fin, todos sus haberes y dineros.
¿Cómo se puede predecir algo que ni si quiera existe? ¿Se han planteado alguna vez decir “Oye, qué bueno que viniste”? ¿O es que tal vez nos hayamos ante una mafia de seres contables y tristes?
Ha caído en esta Tierra la maldición del ego y el nombre. Sufre el ser humano, sea mujer o sea hombre.
No, por favor, no se asombre.

...dong. Llaman al timbre.

-¿Fulanito De Tal?

-Presente.


Ya que no me lo publicaron en el concurso, lo publico aquí.

Bill Withers - Ain't no sunshine
Grooveshark || Spotify

No hay comentarios: