miércoles, 30 de noviembre de 2011

Niebla



Caía la niebla poco a poco humedeciendo cada recodo de la ciudad. Los cristales se empañaban y el vaho se confundía con el humo de los coches y los cigarros. De camino hacia casa comenzó a pensar, acto que al que no estaba muy habituado. La espesura blanquecina comenzó a ser mayor y cada vez más densa. Sentía como si estuviese dentro de algodón. No veía más allá de sus narices y el suelo se desdibujaba bajo sus pies.

Se detuvo. Había perdido la noción de la realidad. Intentó relajarse respirando hondo. Dio un paso y comenzó a caer en una niebla infinita hacia un vacío aún más inmenso. Ojalá hubiese algo blando sobre lo que aterrizar el golpe, pensó, y cumpliéndose su deseo fue recogido en una forma de niebla y mecido hasta que pudo recobrar el bipedismo.

Consternado por esta idea pensó en algo que pudiese iluminarle acerca de su situación y de pronto millares de bombillas aparecieron colgadas de cables que se perdían en la grandeza del cielo gris. Al unísono se encendieron cegándole y ,aterrado por la ingente cantidad de luz, deseó la oscuridad y todas las luces se fundieron estallando las bombillas en pequeños pedacitos de cristal que cayeron en miles de colores.

Se sentó no sabía muy bien donde y se concentró en su hogar, pero de nuevo dejó de hacerlo. Imaginó un sofá repleto de cojines, una hoguera que prendía sin necesidad de cambiar la leña, y de un chasquido de dedos hizo aparecer todos los instrumentos que se le pasaron por la cabeza, desde zampoñas hasta didgeridoos. Se tumbó comodamente, cerró los ojos y los instrumentos comenzaron a interpretar lo que en ese momento discurría por su mente.

¿De verdad quería volver?


Mos Eisley - Cantina Theme (BSO Star Wars) (Grooveshark)



Paulus M.